Fiestas y folclore

San Ildefonso

Según datos recogidos por D. J A. Marco Martínez (Valverde de los Arroyos, parroquia y parroquianos, Aache, Guadalajara 2007) la advocación de la parroquia a San Ildefonso data de antes de 1600, ya que en 1654 ya se hacía referencia al altar mayor de la iglesia dedicado a San Ildefonso.

Igualmente en 1647 se hace referencia a “libros antiguos” en los que se hace constar la celebración del aniversario de San Ildefonso con la correspondiente caridad de pan, vino y queso a cargo del propietario del molino harinero de las Puentes. Parece ser que a partir de 1784 se hizo cargo de la referida “caridad” el concejo, ya que resultaba excesivamente gravoso para el molinero, teniendo en cuenta los ingresos del molino.

LA CHINELA DE SAN ILDEFONSO

El día anterior a la festividad ya se enciende una primera hoguera, después de las Vísperas, en la que, cuentan los mayores, se asaban patatas, los mozos saltaban por encima y la ceniza resultante se subastaba destinando lo obtenido (alrededor de un real) al culto del Santo. Desde varios días antes se habían ido amontonando palos, enseres, serones, cestas y muebles viejos con el fin de someterlos al fuego “purificador” de la hoguera.

La mañana de la fiesta los actos religiosos incluyen la misa en honor del santo y la procesión con el mismo, en el que tiene especial protagonismo la Cofradía de San Ildefonso. Al final de la procesión se subastaban las patas del cochino donadas por los devotos, así como los banzos del Santo.

El recorrido de la procesión se realiza alrededor de la iglesia y en sus proximidades, Portalejo o juego de bolos, donde se enciende de nuevo la Chinela, en este caso con la obligación de “ahumar al Santo”.

En la actualidad, la “caridad”, ya no a base de pan, vino y queso, ha sido asumida por el ayuntamiento, que ofrece una comida a todos los vecinos en el día del patrono y si cae entre semana, el fin de semana siguiente.